18 de abril de 2012

The Only God I'll Ever Need.


Hace poco charlando con amigos acerca de la importancia de la melodía y de la letra en una canción, debatimos acerca de cuál de ellas dos es la que nos termina atrapando, en especial, al escuchar música en un idioma que no hablamos.

Algunos piensan que la música atraviesa cualquier barrera y que con escuchar una melodía o un solo de guitarras, por ejemplo, bastaría para enamorarte de una banda o un artista. Muy vivos fueron al usar a Die Toten Hosen como argumento: es menos la cantidad de gente que maneja el idioma alemán y a pesar de ello los sigue incondicionalmente.

Acepté su postura, pero ¿qué pasa si la canción está diciendo algo con lo que no acordamos? ¿Eso cambia nuestra relación con el artista? ¿Y si la música no nos gusta pero sus letras nos llegan bien adentro?
Si no entendemos lo que nos dicen, por supuesto que es la música, y no la letra que la acompaña, nuestra primera forma de acercamiento.

A mi humilde entender agregaría que, cuando conocemos la letra de la canción, logramos una completa comprensión del sentido que el artista quiso transmitirnos. Y si esa letra es justo lo que esperábamos ó necesitábamos.. Es como enamorarse dos veces, disfrutaremos aún más al oírla y cantarla.

La frases que terminaron la conversación fueron: "¿Qué sentís cuándo escuchás esa canción que canta Noel Gallagher, cómo es?" - "¿Don´t look back in anger?" - "Sí, ésa". - "Simplemente... lloro".

Es más, de sólo pensar que falta menos de un mes para verlo nuevamente, se me erizan los pelos, mi rostro no esboza una sonrisa eterna. Para aquellos, que sienten lo mismo... 








6 de abril de 2012

Illuminations on a rainy day - Quilmes Rock

Habiéndome tomado el necesario tiempo para recuperarme física y mentalmente de lo vivido el miércoles en el Quilmes Rock, me dispongo a comentarlo prometiendo muy poca objetividad y mucho fanatismo.

La tarde soleada nos predisponía a pasar un excelente día en el Festival Quilmes Rock, pero el alerta meteorológico nos vaticinaba un final a lo Glastonbury: hundidos en el barro, pero mojados de felicidad.

Los que esperábamos a los platos fuertes de la segunda noche del festival, entramos en calor con  Joan Jett y TV on The Radio. Increíble cómo rockea esa mujer de 53 años. Su set incluyó los éxitos "Do you wanna touch me?" y "I love Rock & Roll". Buen sonido, mucha polenta. Calificación: 8 puntos.
Ya anocheciendo, TV on the Radio ofreció un show con climas diversos, sonidos electrónicos, rock, reggae. Reminiscencias a Living Colour. Calificación: 6 puntos (sólo por gusto personal).

Llegada la hora esperada, los relámpagos comenzaron a ambientar lo que sería el principio de la tormenta, el fin de la ansiedad. Apenas bastaron los primeros acordes de "Don't sit down 'cause I've moved the chair" para que el público comenzara a corear y saltar sin descanso.


Poco menos de 80 minutos duró el imponente show que brindaron los Arctic Monkeys, pero fueron suficientes para confirmar lo que pensábamos de antemano: Sin duda, de las mejores bandas que nos dió Inglaterra en los últimos 10 años.

Si bien se encuentran en la gira promocional de "Suck it and see", sólo tocaron 4 canciones incluídas en él: su homónima, "Library Pictures", "Don't sit down..." y "Brick by brick", contrariando cualquier expectativa.

Tampoco fue un show "festivalero". Repasaron cortes de sus 3 discos anteriores, como "I bet that you look good...", "Brainstorm", "Fluorescent adolescent" y "Crying lightening", pero sorprendieron a los más fans incluyendo en su set canciones como "This house is a circus", "Still take you home",  "Pretty visitors" ó sus más recientes e inéditas "Evil Twin" y "R U Mine?".

Calificación: 9 puntos, la lluvia no les permitió seguir tocando. De todos modos, un show Rompe-cabezas. :)


Desatada la tormenta y la necesidad de rockear, la multitud tuvo que esperar varios minutos para poder ver finalmente a los Foo Fighters.
Por suerte (buena o mala), no estaban todas las localidades vendidas, lo cual permitió que el público se refugiara en las plateas del Estadio River Plate.

"Hace 17 años que tocamos, la lluvia no nos importa", decía el carismático Dave Grohl por si a alguno le quedaban dudas acerca de la continuidad del evento. Con los primeros acordes, los fans refugiados regresaron eufóricos al campo para cumplir su parte: cantar, saltar y poguear en cada canción.

"All my life" fue la primera de las 2 horas y algo en que el estadio no dejó de vibrar y grabar en su memoria lo que sería una noche extraordinaria.

Todos los hits estuvieron presentes: "This is a call", "The Pretenders", "Learn to fly", "These days", "Best of you", "Monkey wrench", "My hero", por nombrar algunos. A cada acorde le seguía una ovación del público que no dejaba de festejar.
Incluso, gracias al coro "drums, drums, drums",  tuvimos el lujo de disfrutar a Dave Grohl sentado tras el bombo y palillos en mano. 

Eso sí, el sonido dejó mucho que desear. Calificación: 9 puntos. Irrepetible. :)